"Si volvieran los dragones"

 
“Hace faltar llevar un kaos dentro de sí para poder dar a luz a una estrella bailadora”, Nietzche




    La ciudad la invade con su paisaje, mira hacia el cielo y la envuelve, se desorienta y se vuelve a encontrar a la vuelta de cada esquina. ¿Existe una geografía acaso sacra? ¿Una posición, una forma, una puerta, otra ventana, un orden que armado para nosotrxs? La ciudad se convierte en un símbolo en sí misma, en esquema de dotrinas, de variedad ideológica, de matices energéticos. Puede ver las murallas de esta ciudad, la que nos divide unxs con otrxs, ¿percibís esos muros? También son mágicos, emblemáticos, simbólicos, se disfrazan de cuerpos, de géneros, tiñen los papeles. Llega a la intimidad de la cueva, donde las paredes están manchadas de humedad, donde las gotas de transpiración son las lo que me rodean, se siente dentro y fuera del corazón, irrigadas de olores, segregaciones que tiene esa pared de cuerpo humeante, que no pide permiso para entrar, picazón en los pies, grano en la cara, uno -justo- en la nariz creciendo, dolor de cabeza que quiere aparecer porque durmió mal, no descansó lo suficiente porque -se dice- la mente es tirana y se deja tiranizar por ella, porque es vulnerable a la mente, vulnerable al estadio del sentir que no le permite florecer porque es vulnerable, se doblega, agacha la cabeza ante la mente porque no tiene un cuerpo que la sostiene, aunque no se deja sostener porque sabe que la vida es una deuda permanente, sin embargo, está viva  pero quiere generar el menor impacto posible en el afuera con su vida. Aunque sea poco, aunque no nunca sea lo suficiente, aunque el juicio sea mayor, aunque la comparación sobrepase las ganas de disfrutar de lo que hay, de lo que está al alcance, de lo que se muestra, donde está la conciencia parece que hay una necesidad, de que hay un deseo, de que hay una permanencia y está siempre siendo, estando, apareciendo por fuera, por dentro, arriba, debajo. La presión se convierte -entonces- en una daga punzante en el centro del pecho, se coloca la escafandra, sumerge la cabeza en lo profundo. ¿Será un acto hedonista buscarse mientras el mundo "se cae a pedazos"?  La ruptura, la causa del error comenzó hace rato ya, con esas dos células -óvulo y espermatozoide- que se reunieron abruptamente para generar una creación... gira en falso, corriendo como un ratoncito vestido de empleado en la Rueda del destino, abre una carta como si el tarot fuera la caja de Pandora, llena de tesoros caóticos de los cuales aprender. Sale el Colgado, la mano le tiembla, casi se le cae. Quiere que digamos otras narrativas, ¿Cómo le explica que no se puede caminar hacia el mismo lugar con las mismas reglas que ayer? ¿Cómo le explica que quiere caminar hacia un lugar en el que ya no se camina? Le gustaría darle las coordenadas, invitarla a leer las agujas exactas de la brújula, pero hacia donde se dirige no hay navío que oriente, solo se puede tejer y ser tejido, solo puede caminar y dar amor a su paso, solo se puede entregar el corazón en la tarea de la vida, te colgaste mirando la carta, te desataste, le dijo, dejaste de sentir el estímulo necesario para vivir, soy el colgado y necesito que me armes de palabras, que me des aliento, que me dejes vivir dentro tuyo, soy estímulo y  sustento, el movimiento inerte, dejar de plantar sobre plástico hermético marcado, ¿Quiénes son los personajes que te juegan? ¿Cuál es el que se despierta por vos con ganas de existir?

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