la contaminaciòn del rìo subterràneo

 I 

no hay ni si quiera una historia que  yo te pueda contar en este sueño desigual 

el sueño que nos encontró a los dos, como tejidos dispares de una historia que ya comprendíamos mirándonos hacia adentro 

abriendo nuevos escenarios 

aprendiendo a hacerlo más lento lo que parecía que era una coreografía antigua se convertía en agujero 

niveles de intimidad que se abrían 

ropas que quedaban fuera de talle 

puertas que se cierran 

nuestra novedad en la tarea 

la forma en la que nombramos es con la que vemos el mundo

la palabra es la forma en la que concibimos la realidad 

el llanto 

tus silencios

el hielo recubriendo las atmòsferas y las repeticiones sin cesar

será, que todo este vacío me lo contagiaste vos o ya existía en mí y me acompañas a reconocerlo? 

 cansarse hasta de ovular, de lo incierto

de habitar un incierto modo de acontencer 

de la sabiduría repetida de que "todo esto tiene una lógica desconocida" que arma la diferencia e incomoda 

pulir los diamante

encontrarse para disolverse 

para ir mas allá de lo que nos contaron que podíamos hacer 

bailar incluso con el dolor, desde el dolor, para el dolor 

¿sentís el imán? 

¿la palabra también tiene un diseño humano? 

percibir la soledad 

para abrirte a los estímulos de la vida

la potencia de la impotenciencia y los deseos siendo lágrimas chorreantes

semillas nacientes

entrevistas cruzadas

palabras que no tienen fin

encuentros de palabras y un sin embargo que es afín

sentirnos en el encuentro

II

las conexiones nerviosas nos van llevando a reconocer nuevos rìos 

que crecen desde la base del cráneo 

hasta el final de la columna vertebral

todos esos ríos que van al mar

que se fusionan con las emociones, las percepciones, el fluir del aire 

como vehículo transportador de vida

de energía

de  conexión

de purificación regenerativa de la mente 

el cuerpo

 ¿y que màs? ¿espìritu, alma, el ser?

encuentro la forma de tus huesos

como en una danza constante entre lo que se habilita 

y lo que se permite

lo que encontramos en el abrazo del aire

que desde nuestros alejados aparentes territorios

se unen en un solo abrazo