El “pequeño Gran Circo” llevó su magia a Lanús

Fue en el cierre de las vacaciones de invierno, en el marco del ciclo de espectáculos infantiles propuesto por el Municipio de Lanús. “Pequeño Gran circo” y “Las manos en la masa”, del grupo de arte “De Aki por allá”, presentó al público del Conurbano un show de circo clásico realizado por cuatro clows. Aplausos, risas y un lenguaje para los más bajitos es lo que se destacó del encuentro.

“Mucha alegría los muchachos”. Así, calificó Mariana, una de las espectadoras de la presentación de circo y música, a la compañía de arte circense y teatro “De aki por allá” de Florencio Varela, que realizó la semana pasada un ciclo de varieté humorista con la presentación de “pequeño gran circo” y “Las manos en la masa”, en el Auditorio Municipal de Lanús.

La réplica de alegría no solo se manifestó en los actores, sino también en el público. Es que las risas y los aplausos continuos se escucharon en la sala “Hugo del Carril”, a medida que pasaban los diferentes sketches, retratos caricaturescos de escenas de la vida cotidiana y la música constante y en vivo acompaña todas las escenas del show, creando un clima mágico.

En el sur del conurbano bonaerense cobró vidas esta propuesta circense, que rompe con la estética tradicional de la carpa. Eso sí, no falta nada. Acróbatas, malabaristas, músicos y equilibristas pasaron en el cierre de las vacaciones de invierno por el auditorio, dejando atrás la tradicional carpa del circo. 

Como muchos otros grupos de arte circense y teatro,  "Por Aki Por Allá" terminó de conformarse con un viaje latinoamericano y el deseo cumplido de llevar su espectáculo a muchas escuelas, lugares, personas y espacios públicos del continente, para así también democratizar el arte haciéndolo de esta manera un derecho genuino de todos y para todos.

Una de las funciones se desarrolló con una obra infantil basada en el cuento “Las manos en la masa” de María Rosa Mó, una historia sensible invita a los chicos un mundo particular a través de los sentidos: el tacto, el olfato, la vista, el gusto y el oído, de la mano de tres hermanas : Lili, Loli y Milú. El cuento lleno de humor, sensibilidad, diversión y títeres terminó con algunos chicos con las “manos en la masa”.

En los pasillos de la Municipalidad, algunas personas hacían comentarios latentes sobre la función. Se escuchaba a una pareja con un nene de 5 años, que comentaba que el niño se había divertido y reído mucho. Por otro lado, Mariana y Carmen que estaban en la primera fila de adultos, se reían por los atrevidos episodios, y aseguraron que seguirían yendo a las actividades propuestas por el municipio para este fin de semana.

El ciclo bregó por reencontrar a todos los artistas del Conurbano bonarense; en ese sentido, el director de Cultura de Lanús, José Durante, expresó su alegría por “la sala colmada de chicos y papás que acompañaron a los chicos”, y señaló que este penúltimo espectáculo que presentaron a lo largo de estas dos semanas de invierno reflejaba “el derecho de los pibes”. “La idea es que no quede ningún pibe afuera y este festival tiene que ver con eso”, concluyó Durante. 

Tal deseo no se contuvo en lo ideal, sino que se plasmó en la realidad tangible y perceptible de las salas. También, el público lo reconoció. No escupen fuego, no caminan con los pies, rompe con toda lógica convencional de circo en la que desandar caminos de cabeza o elevarse en un trapecio estaría plenamente aceptado. De manera contraria a lo que las miradas esperan, estos actores se la juegan más. Tienen que apelar a su destreza musical, la gracia para expresarse y los modos caricaturescos para conseguir risas en los más bajitos. Así, estos cuatro clows consiguen mirar la realidad “patas para arriba”, como lo propone el escritor uruguayo Eduardo Galeano.

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