respirando



    
    Respirando I

    “Cuando el pájaro se posa en un muro y ve las semillas que sirven de cebo a la trampa, su deseo lo impulsa hacia esas semillas. Las mira, luego mira las vastas planicies. El ave que se resiste a esa tentación vuela hacia las planicies, llena de gozo.”🍂

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    Me desgarro en la planicie de un futuro incierto, me desvelo en la eternidad de un pasado que nunca volverá, intento sostenerme, tomarme de las barandas de un barco que no para de temblar, de hacer arder en llamas sus maderas-con las que se construyó-pero todo eso es en vano, sufro, adentro hay un vacío que desconozco pero existe (oculto atrás de una sombra, preparado para atacar) Elimino la pretensión, me entrego a la vida como un cachorro en celo, buscando la luz, perdiendo y encontrando la esperanza, habitando el sin-sentido. Tiendo las alas hacia el vuelo, el halcón me mira desde la cima de una montaña nevada-se ríe entre dientes de mi escasez en horas de vuelo- yo también me río pero ya no le creo a mi risa porque me corre una lagrima por la mejilla. Es tibiecita cómo el centro de mi plexo, donde por debajo coexisten mis costillas, donde no tengo nada más que una masa amorfa llena de sentidos y células llamada cuerpo, me quedo sin gusto, sin olfato, siento miedo de que haya entrado un virus en ese interior mullidito y calentito. Pero, no, sigo siendo yo en la experiencia vital, sigo siendo yo con las amarras rotas, desvanecidas y tiradas a un costado intentando reconstruir una red muerta y el cuchillo en el corazón que no para de de/sangrarse.
•El pasado se presenta como un veneno peligroso lleno de pérdidas, otra vez miro en el huequito de la cerradura de las memorias, el corazón se estruja al fondo, hay duelo, hay un algún abuelo muerto, un amigo pisado, un adiós marchito de algún amor, hay una sombra a lo lejos de ese eco que ya murió sobre lo que fui. Ese sentir en permanente mutable cambio.

🍂Ahora mismo, este instante se desvanece sin sentido y mi mente fabrica venenos para engañarme de qué hay una sustancia equivocada siendo parte. A esa sustancia le dicen miedo. Y otros le asignan falta de amor/yo conozco esa sustancia y escucho el centro del cardíaco: ese nunca falla. Nunca te abandona.

    Respirando II 

🌱En qué momento nos convertimos en traficantes de historias? Cómo jugamos ante la improvisación de un año, una vida sin tejido concebido, una telaraña que se teje a sí misma como un credo, una réplica, un re-invento, un re-descubrirse constante? Y si-de repente- me invento que puedo hacer lo que quiera con esto que llamamos “amor”? Me acuesto sobre tu pecho, hace años lo hago, pero esta vez es diferente, el corazón te bombea fuerte, puedo marcar su cadencia, no intento hacerlo, me desespera pensar que se puede frenar si lo controlo, si lo señalo, me río desenfrenada cuando escucho tu voz, un delirio de preguntas infantiles se me agolpan en los oídos, que habrás comido hoy? Con quienes habrás hablado? Pero esa válvula infinita, el órgano palpitoso, sigue bombeando y me alejo de tu pecho, me corro hacia otro lugar de la cama, el colchón no siente cuando un corazón se aleja, lo aprieta, lo carcome o lo sostiene según la necesidad y el banquete está servido, pero el corazón no se relaja. La máscara que porta ese corazón se da vuelta, toma mil rostros, se colorea, cobra otros significados, se empieza a derretir lentamente y como un mantra que arma oraciones sin comprenderlas se esfuma y se pierde en alguna capa de pensamiento más que empieza a llegar.

-Te late fuerte el corazón
-Tranqui, no pasa, yo puedo con eso.
(Vos siempre podés con todo)

Y un frío helado nos teletransporto hacia unos huesos crujientes que se reflejaban en la nieve, ahora el que bombeaba era mi corazón.


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