como cangrejos en la arena

    Esos ojos dados vueltas por el placer de estar encimados, aplastados como langostas sobre la arena pero esa arena que se escurría en tus dedos en verano, ahora sos vos y te escurrís en mi cuerpo como se escurren todos los pensamientos que nos bloquean el deseo hace un rato nomás. Mejor no nos demos más besos, dijimos. Porque seguramente querés estar conmigo solamente para coger. Pero… si hace rato que no cojemos… claro, era mi mente engañándome otra vez, queriendo poner orden, formas, estructuras, queriendo generar pelea, incendiándote, queriendo incendiarte porque no te puedo amar,
porque te
escurrís entre mis manos como la arena del verano. ¿cómo se apresa un viento huracanado que pasa fuerte al lado tuyo? ¿cómo se sostiene un deseo, una intención? ¿cómo hacés que todo el agua que vibra en mi interior, resuene y palpite? ¿cómo hacés para fusionarte en mí de una manera que no se explica? Es como cuando actúas mucho con una persona y no querés dejar de improvisar con ella, es como cuando bailas mucho con una persona y ya conocés sus movimientos, entendés sus pasos. Eso es lo que dice tu mente, tu cuerpo se escurre en el mío como la arena, lo siento desprenderse en mil granitos sobre mis manos, mis pechos, mis piernas. Todavía siento tu calor, parece que fuera verano, que vos estuvieras en la playa y yo sería la arena, lo último ya lo saqué de mi boca y te lo dije, era inevitable, vos debajo de mi cuerpo con esos ojos que se te dan vuelta de placer. Que lindo verte sentir placer, estaría toda la vida chupándotela solo para ver esa cara, esos ojos dados vueltas y ese convertirnos en langostas, en arena, en el mar, en la playa, en todo porque cuando nos abrazamos deja de existir el tiempo y tu cuerpo seduce al mío y el mío se enrieda con el tuyo. Ya no se si somos concientes de las voluntades de nuestros cuerpos cuando se ven. Ya no se si soy consciente de esas ganas de besarte, que me recuerdan mil besos atrás, que me recuerdan todo lo aferraditos que estuvimos, todo lo que nos movimos juntos, todo lo que nos peleamos, todo lo que nos amamos, nos recuerdan todos los silencios, todos los momentos, todo lo que no pudimos hacer, pero que hicimos. Todo lo que fracasamos, pero que hicimos. Todo lo que nos fue mal, pero que hicimos. Me encantaría seguir haciendo este amor de arena con vos pero asi como la arena se escapa de mar y se renueva, una y otra vez, mi cuerpo, también te pide con una sed hambrienta voraz que venga otro mar, que lo saque de la orilla, que lo lleve a otros continentes, que descubra botellas y que se le pegue petróleo en sus peces, porque la vida irremediablemente es así, nadar aunque se te peguen costras de petróleo, nadar aunque la marea irrumpa en tus brazos, nadar hasta que aprendas a sanarte, hasta que aprendas a construir casas sobre esa agua que te inunda, nadar hasta que los brazos se cansen y agotada de tanto bracear, de tanto patalear, de tanto intentar ir contracorrientes, nos entreguemos al agua, inmensa y profunda, y que nos lleve, haciendo la plancha hacia otros lugares donde no haya que mostrar nada de todo lo que escribimos ni necesitemos la palabra para sobrevivir, esos lugares cerca de los mares donde todo es paz hasta que llegue otra langosta a posarse en tus granitos.

Comentarios

Entradas populares